La búsqueda de nuevos productos es uno de los múltiples vicios confesables que tenemos en el departamento de I+D del Etxanobe.

Claro que llamar «nuevo producto» al amaranto pude tener un pelín de guasa ya que el cultivo del Amaranto en América se remonta a más de siete mil años y que debido a su gran valor nutricional llegó a ser sagrados para las civilizaciones inca y azteca. Se trataban de un cultivo resistente al frío, la sequía, la altura y los suelos pobres, el cual permitía a los indígenas mantener correctamente nutrida a su población.
Cuando llegaron los españoles, decidieron exterminar estos cultivos por sus implicanciones religiosas y el significado de autosuficiencia que tenían para los nativos. Las plantaciones fueron quemadas y su consumo fue prohibido, dándosele el rotulo despectivo de “alimentos para salvajes”.
Cinco siglos después, comenzamos a revalorizar el amaranto en la alimentación, tanto por su sabor suave, como por sus excelentes características nutricionales, que hacen que por ejemplo la NASA haya elegido el amaranto como el alimento nutritivo por excelencia para los viajes espaciales, teniendo en cuenta que por sí sola puede proveer una dieta balanceada.
Para uno de los aperitivos que se servirán en el Etxanobe hoy hemos optado por prepararlo de una de las formas mas populares en las que se consume en Centroamérica; las palomitas o inflados de amaranto, que se venden por las calles y se utilizan en el desayuno, eso si, nosotros le hemos añadido una pizca de sabrosura agregándole la salsa de soja.
Aquí tenéis la receta:
Palomitas de amaranto y soja:
Palomitas de amaranto
Ingredientes:
Amaranto 50g
Agua 100g
Salsa de soja 100g
-Hervimos el amaranto desde frío en el agua y la soja hasta quedarnos sin líquido.
-Dejamos reposar 12 horas
-Freír en abundante aceite de oliva
Crema de salsa de soja:
Ingredientes:
Salsa de soja 50g
Agua 50g
Almidón de maíz 5g
-Mezclarlo todo y dejar que espese.
Es una receta fácil y atractiva, no dudéis en probarla.
